La obesidad, tanto infantil como en la edad adulta, se ha convertido en un problema cada vez más presente en la sociedad de hoy en día. El sedentarismo, los ultraprocesados y en general, los hábitos alimenticios poco saludables son una amenaza contra la salud de la ciudadanía. Es por ello que la Unión Europea celebra hoy el Día Europeo contra la Obesidad.
Durante el último año, marcado por la pandemia del coronavirus, la población de todo el mundo se ha visto además obligada a permanecer menos activa, confinada en sus hogares, y muchos hábitos saludables se han visto pausados por el virus. Sin embargo, con ese confinamiento también han crecido buenos hábitos en los hogares, como cocinar más en casa.
Dieta equilibrada como base de buena salud
Cuando aparecen situaciones especiales que se escapan de nuestro control, como el confinamiento en los hogares o la restricción de ciertas actividades, contar con unos buenos hábitos de base puede ayudarnos a sobrellevarlas y a mantener una buena salud a pesar de ellas. Uno de los hábitos más importantes en relación a la salud es mantener una dieta equilibrada que no sólo nos aporte todos los nutrientes necesarios, sino que mantenga nuestra salud general.
Así, en caso de que debamos pasar un periodo de tiempo con baja actividad física o movilidad reducida (ya sea por situaciones excepcionales como esta pandemia, o por una lesión física, etc.) una salud de hierro y una buena alimentación ayudarán a nuestro cuerpo a mantenerse lo más sano posible.
Carnes, pescados y verduras en dieta mediterránea
Una dieta saludable es aquella que aporta a nuestro organismo todos los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para su óptimo funcionamiento, y que evita (o incluye con mucha moderación) aquellos ingredientes que perjudican directamente a la salud. Es por ello que la dieta mediterránea es de las más aclamadas en todo el mundo. Su composición a base de verduras, carnes y pescados frescos, consumidos crudos o con cocciones que respetan la frescura de los alimentos y mantienen sus propiedades, hacen de esta dieta una prescripción ideal para el mantenimiento de la salud en cualquier edad.
Carne de cerdo, una tradición española con mucha salud
Una de las muchas ventajas de vivir en este paraje mediterráneo privilegiado es beneficiarnos de la tradición en las cocinas de los hogares españoles. Los guisos, cocidos, arroces, asados y cualquier elaborado típico en nuestra cultura se caracterizan no sólo por su sabor, sino por su calidad. ¡Incluso los aperitivos! Un sencillo plato de jamón ibérico como entrante aporta proteínas, vitaminas y minerales que ayudan al organismo, entre otras cosas, a mantener los niveles de colesterol a raya.
Entre los platos tradicionales españoles, una gran protagonista es la carne de cerdo, que gracias a su gran versatilidad, es el ingrediente principal de platos sencillos y elaborados. Además, las proteínas con alto valor biológico de la carne de cerdo, así como su gran aporte de hierro, zinc, selenio y vitaminas del grupo B ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, protegen contra infecciones de tipo respiratorio y ayudan a nuestro cuerpo a regenerar tejidos como músculos y tendones, aportando sabor y salud a cada bocado.