Hace unas semanas que en La Comarca vivimos una bonita jornada de convivencia con la celebración de la ‘Comida de Hermandad 2024’, entre todos los trabajadores, que somos como una gran familia.
Cada uno de los empleados son como pequeñas piezas que encajan a la perfección, para que todo funcione, hasta obtener el éxito que hemos alcanzado como organización.
Contamos con ejemplos de dedicación plena, como el de Juan Pedro Cayuela, quien lleva 35 años trabajando en la empresa, «ha sido mi sustento toda la vida y es como mi familia». Juan Pedro explica lo que supone la celebración de esta jornada de convivencia como ésta, «estoy encantado, este día es una tradición que tenemos de varios años, nos juntamos todos los compañeros y amigos que no ves, porque trabajan en distintas secciones, y nos reencontramos como si no nos hubiéramos visto en 20 años».
Los trabajadores, además de compañeros, se sienten familia, dentro de las instalaciones de la propia empresa, pero también fuera de ella.
Para Joaquín García, este día es mucho más que una simple jornada de convivencia «cuando estás en tu trabajo, estás centrado en lo que haces, hablas con los compañeros, ya que tenemos buen grupo y buen rollo y nos llevamos muy bien en el turno, pero a lo mejor hay amigos de toda la vida aquí, a los que no ves porque cuando ellos entran, tú sales. Y hoy es un día de vernos y hablar todos, para mí es un día especial».
Antonio Serrano, Director del Departamento de Calidad de La Comarca reconoce que, hace dos años, quedó «impresionado con lo que se monta aquí». En esta celebración «la gente hace fuera del trabajo el mismo fantástico equipo que dentro, se organizan para hacerlo todo: preparar el arroz, la carne, las bebidas,… es una maravilla ver cómo somos capaces de colaborar y pasar un buen día entre todos».
Y en todos esos preparativos de esta jornada de convivencia, entre otros muchos otros, colaboró Juan Pedro «hemos estado preparando y colaborando en la limpieza, para que cuando vinieran todos los invitados, todo estuviera al 100 por 100». Joaquín apunta que «nos pusimos a organizarlo todo a las 9, nos gusta madrugar para tenerlo todo a punto para cuando la gente venga». Y él también fue el encargado de cocinar el arroz, a quien prepararlo le viene por tradición familiar, «de cuna». «Me ofrecí voluntario para prepararlo en esta ocasión, y me tomaron la palabra, pero a lo largo de los años los demás compañeros también lo han hecho, además de migas».
Momento para los reconocimientos
En esta jornada de convivencia también hubo tiempo para los homenajes, para reconocer el esfuerzo y la dedicación de nuestros trabajadores. Fue el caso de Norberto Alcázar, a quien este reconocimiento le pilló «completamente por sorpresa». «Me ha hecho mucha ilusión, a quien no le gusta que le reconozcan su trabajo, les he dado las gracias a todos». También de Juan Manuel Porlán, quien reconoce que no se lo esperaba,«porque al final esto es cosa de todos, lo sacamos todos para adelante, con el esfuerzo de todos».
Para Norberto, La Comarca forma parte de su vida, entró en 1999, «es como si fuera una ley de vida, una rutina, estoy muy contento aquí». Norberto y Juan Manuel destacan el ‘compañerismo y el buen ambiente que se respira’, Norberto cree que «es la base del éxito que está teniendo la fábrica que vamos progresando muy rápidamente y yo creo que es por eso, porque cada uno se involucra en lo que tiene que estar y vamos todos para adelante». Juan Manuel va un paso más allá, «hay días buenos y otros no tanto, pero siempre están ahí para ayudarte, siempre hay uno que está tirando del carro».
También hubo reconocimientos a ‘toda una vida’. Fue el caso del actual Director de Producción de Grupo Alimentario de Lorca, Paco Salas, que en unos meses ‘colgará las botas’ después de 37 años trabajando en La Comarca «para mí ha sido todo, desde que entré con 26 años». Pero su relación con la empresa viene de mucho antes, «cuando yo era pequeño, corría por aquí, porque mis padres viven, aún, aquí al lado, entonces estoy aquí toda mi vida».
Su ADN «siempre ha sido el trabajo, el esfuerzo y sacrificio, procurar que los compañeros trabajaran siempre en las mejores condiciones posibles, he procurado siempre que La Comarca funcione lo mejor, dentro de mis posibilidades y mis conocimientos».
De este reconocimiento por parte de su empresa «no esperaba absolutamente nada. Que después de 37 años tus compañeros te reconozcan tu trabajo, y encima te encuentres a tu familia, pues se te cae el mundo abajo. He intentado mantener la compostura, pero ha sido complicado. La verdad que estoy muy contento, me ha parecido precioso». Paco es consciente de que echará mucho de menos su trabajo, «pero también a los compañeros y a muchísima gente».
Está claro que La Comarca son sus trabajadores, y es indiscutible que el corazón de nuestra empresa late gracias a su esfuerzo y dedicación de cada uno de ellos, que son quienes, día tras día, construyen el éxito de nuestra marca con su compromiso y trabajo.
Esta jornada de convivencia reafirmó, una vez más, la gran comunidad que somos, donde cada uno contribuye, de manera individual, a enriquecer y fortalecer al colectivo.
Una celebración como ésta reconoce la importancia de cada empleado, de personas como Juan Pedro y de Paco, para los que La Comarca es su vida, pero también fortalece el compromiso compartido de todos los trabajadores hacia metas comunes y el éxito mutuo.